Desde hace décadas, lo runners hemos utilizado relojes para medir nuestros entrenamientos y nuestros progresos. Al principio, se trataban de dispositivos muy básicos comparados con los de ahora y que no funcionan con GPS, sino como podómetros. Eso sí, eran duros. De hecho, el autor que escribe conserva un CASIO con casi 25 años.
Desde los 2000, pero especialmente desde 2010, la llegada de la tecnología ponible (wearables) ha impulsado las posibilidades de medición, tanto a nivel de data como de cantidad de dispositivos disponibles. Existen pulseras, relojes para correr, bandas e incluso otros más modernos que se ajustan a la camiseta o la zapatilla, como este de Garmin.
Esta tecnología wearable es muy útil para los entrenadores y científicos deportivos, que tienen acceso a un volumen de estadísticas y datos nunca antes conocido.
El Estudio
En el estudio, publicado en inglés en la revista Nature Communications, los investigadores utilizaron durante 3 años los datos de datos de 14.000 corredores. O lo que es lo mismo, 1,6 millones de carreras reales y casi 32 millones de kilómetros de distancia recorrida.
A partir de estos datos, los científicos crearon un modelo matemático para predecir, con solo un error medio del 2%, cuáles serían los tiempos futuros de estos corredores en maratón. Todo en base a dos parámetros principales: resistencia y capacidad aeróbica máxima.
A pesar de contar con algunas limitaciones, como la incapacidad de cambios de ritmo, los investigadores aseguran que el modelo puede servir para complementar las pruebas de laboratorio del rendimiento de los atletas profesionales. Además, son datos que pueden resultar muy útiles para los principiantes que buscan información sobre cómo pueden lograr su objetivo de carrera.
«Un corredor novel que haya completado carreras en distancias cortas, como 5km o 10km, podría utilizar este estudio para estimar su capacidad aeróbica máxima y resistencia, y a partir de estos dos parámetros obtener una buena estimación de lo que se puede esperar en una carrera de maratón, y cómo correr al máximo nivel «, explica Thorsten Emig, el primer autor del estudio y físico teórico de la Universidad de Paris-Saclay.
En el futuro, los investigadores apuntan a que el modelo podría darnos más pistas sobre cómo afectan al rendimiento las nuevas innovaciones -en zapatillas de running, por ejemplo- o incluso ayudar a identificar a los atletas talentosos con potencial de hacerse profesionales.