Ibai Llanos lleva más de 30 kilos adelgazados. Sí, sí, el mismo Ibai que se nos vino abajo anteriormente y que tuvo que aguantar todo tipo de comentarios.
Pues ahora va y nos deja a todos boquiabiertos corriendo sprints o completando 3 kilómetros, algo que como él mismo comenta ya ni recordaba cuando fue la última vez capaz de correr una distancia similar. Y claro, de su enorme transformación podemos sacar algunas lecciones que merecen la pena.
Aquí van, para que tomes nota:
1. La motivación te puede pillar por sorpresa
¿Quién diría que una apuesta random en TikTok lo iba a cambiar todo? Fue justo después del Mundial de la Kings League, y a partir de ahí, Ibai se comprometió a lo grande con esto de ponerse en forma. Así que ya sabes, la chispa puede surgir de cualquier lado.
2. La constancia, esa vieja amiga
Resulta que Ibai se lo ha tomado en serio: entrena a diario y no hay ni una pizza que le haga romper la dieta. “Esta vez sí que estoy perdiendo kilos de verdad”, decía. Pues sí, parece que la rutina funciona, por muy aburrida que a veces nos parezca.
3. Compromiso firme, cero excusas
Antes, lo de Ibai era más bien «dejo esto para mañana», pero ahora parece que se le han pegado los valores del trabajo duro a su vida personal. ¿Resultado? Un Ibai mucho más disciplinado.
4. Que no solo se trata de verse bien
Ibai no lo ha hecho por tener una cintura de avispa ni nada de eso. El hombre quería simplemente subir escaleras sin echar los pulmones. Y oye, también para que alguna abuelita no huyera despavorida cuando él entraba en el ascensor.
5. Hazlo por ti, ni más ni menos
No es por quedar bien con nadie. Ibai ha dejado clarísimo que este cambio es para él, y solo para él. A veces, nos olvidamos de que la primera persona a la que hay que cuidar es uno mismo.
6.Un buen equipo lo es todo
Para esta ocasión, Ibai no ha escatimado: se ha rodeado de nutricionistas, entrenadores y otros expertos. Y vaya, ¡se nota la diferencia!
7. Atrévete a dejar de lado la vergüenza
Ibai confesó que antes le daba palo ir al gimnasio por pura inseguridad. Ahora, se ha lanzado de lleno, demostrando que a veces el mayor obstáculo está en nuestra propia cabeza.
8. El cambio es por dentro y por fuera
Parece que Ibai no solo se siente más ligero en kilos, sino también de espíritu. Está más contento, menos gruñón, y eso que no ha dejado de ser el Ibai de siempre.
9. El progreso lleva su tiempo
No ha sido un abrir y cerrar de ojos, ¿eh? Después de casi dos meses, Ibai se siente en su “prime”, pero sabe que este es solo el principio de un camino largo.
10. Nunca es tarde para empezar de nuevo
Por mucho que lo intentara antes sin éxito, ahora nos demuestra que siempre hay una nueva oportunidad si no te rindes. La clave está en darle caña cada día y no venirse abajo.
Ibai Llanos nos da una buena lección de vida y nos demuestra que, si él puede, ¡nosotros también! Y si no, pues nos queda disfrutar viéndole en su mejor momento.
2 comentarios
Me alegro por Ibai. La constancia al final tiene su premio ;)
Grande Ibai callando bocas!!