La ciudad de Sídney ha entrado en la historia del running al ser nombrada oficialmente como el séptimo Abbott World Marathon Major, una distinción que la une a las que ya existían: Boston, Berlín, Tokio, Londres Nueva York. La noticia llega tras un riguroso proceso de evaluación de tres años en el que la carrera australiana cumplió más de 100 criterios, desde la experiencia de los corredores hasta la calidad de los puntos de avituallamiento. Sidney se convierte con esta elección en el único Major en el hemisferio sur
El crecimiento de la Maratón de Sídney ha sido impresionante. En 2022, apenas 5.000 corredores cruzaron la línea de meta, pero en la edición de 2024, celebrada el 15 de septiembre, la cifra se disparó a más de 20.000 finalistas. Este éxito, combinado con el respaldo de un patrocinador de peso como Tata Consultancy Services (TCS), clave en maratones como Londres y Nueva York, confirmó que Sídney estaba lista para unirse al exclusivo club.
Correr en Sídney es una experiencia visual única. El circuito comienza en North Sydney, atraviesa el icónico Sydney Harbour Bridge y culmina frente a la mundialmente conocida Ópera de Sídney. Este recorrido no es para los débiles de piernas: con 1.040 pies (317 metros) de desnivel positivo, supera en dificultad a Boston y Nueva York, aunque su perfil neto descendente lo hace «muy runnable», según algunos corredores.
«Es como si la Maratón de Nueva York y Boston hubieran tenido un hijo», comentó Robert Dalto, un maratoniano que ha completado todos los Abbott World Marathon Majors dos veces.
La incorporación de Sídney como un World Marathon Major enriquece el panorama del atletismo mundial e impulsa a la comunidad local a abrazar el running como estilo de vida. “Este hito inspirará a muchos australianos a convertirse en maratonianos, haciendo algo especial para ellos mismos y sus seres queridos”, afirmó Wayne Larden, director de la carrera.
Con la entrada de Sídney, la emblemática medalla Six Star —que se otorga a quienes completan las seis carreras originales— se expandirá hacia un futuro Seven Star, un paso hacia el objetivo de nueve majors que Abbott ha perseguido desde 2017. Aunque aún no hay detalles sobre cómo se integrará la nueva medalla, el cambio ya ha generado entusiasmo entre los corredores de todo el mundo.
Sin embargo, el reto no estará exento de obstáculos. Tommie Bailey, un corredor que completó las seis majors este año, expresó su preocupación por el coste y la logística de viajar a Sídney, algo que podría desanimar a algunos maratonianos. «Espero que esta expansión venga acompañada de esfuerzos para hacer que el maratón sea accesible para todas las comunidades»,.
La inclusión de Sídney no es el final del camino. Con candidatos como el Maratón de Ciudad del Cabo y el de Shanghái en evaluación, el futuro apunta a una expansión aún mayor del circuito. Para los corredores, esto significa nuevos destinos, nuevos desafíos y la posibilidad de descubrir culturas y paisajes diferentes mientras hacen lo que más les apasiona: correr.