El amanecer tiene un sabor especial cuando se acompaña de delicias nutritivas. El pudding de chía, frutos rocos y plátano no solo es un festín para el paladar, sino también una explosión de energía y bienestar para comenzar el día. Esta receta une la textura gelatinosa y única de las semillas de chía con la dulzura natural de las frutas, ofreciendo un desayuno que es tanto refrescante como saciante. Ya sea que busques un desayuno rápido durante la semana o algo especial para el fin de semana, este pudding es la respuesta.
Si estás planeando preparar el pudding para más personas o para tener varias porciones listas para diferentes días, simplemente multiplica los ingredientes por el número de raciones que deseas. Por ejemplo, si deseas preparar para tres días, multiplica cada cantidad por tres.
Recuerda que las semillas de chía expanden su tamaño significativamente al absorber líquido, por lo que aunque la cantidad inicial parezca pequeña, el volumen final será mayor una vez que las semillas hayan absorbido la leche y formado la textura de pudding.
Pudding de Chía, frutos rojos y plátano
Ingredientes
- 3 cucharadas semillas de chía
- 1 taza leche de almendras (o cualquier otra leche vegetal de tu preferencia)
- 1 cucharadita sirope de ágave (o miel)
- 1/2 plátano
- 1 puñado frutos rojos (pueden ser fresas, arándanos, frambuesas o una mezcla)
Elaboración paso a paso
- En un tazón o jarra, combina las semillas de chía, la leche de almendras y la miel o sirope de ágave.
- Revuelve bien y asegúrate de que las semillas de chía estén bien distribuidas y no se acumulen en el fondo.
- Cubre y refrigera durante la noche (o al menos 2 horas) para que las semillas de chía absorban la leche y se hinchen, creando una textura de pudding.
- Al día siguiente, saca el pudding de chía de la nevera y revuelve bien. Si sientes que está muy espeso, puedes añadir un poco más de leche para ajustar la textura.
- Sirve en un tazón o vaso y coloca encima las rodajas de plátano y los frutos rojos.
Notas
- Si prefieres un toque exótico, puedes sustituir el plátano por frutas tropicales como mango o piña.
- Para una versión sin azúcares añadidos, omite la miel o sirope y confía en la dulzura natural de las frutas.
- Si eres fanático del coco, prueba utilizando leche de coco en lugar de leche de almendras para un sabor más tropical y cremoso.