Tanto si eres corredor habitual, como si alguna vez has participado en alguna prueba de running, habrás visto como habitualmente junto a la línea de meta se habilita un espacio donde los deportistas pueden darse masajes en pro de una supuesta mejor recuperación. Lo mismo ocurre en el deporte profesional, donde los jugadores cuentan con los mejores masajistas del mundo para aliviar el dolor después de los partidos. Sin embargo, no existe ningún estudio que avale esta teoría, o, que al menos, la defienda al 100%.
Un masaje de recuperación muscular después del ejercicio, un masaje relajante o, simplemente, un breve masaje que ayude a reducir el estrés son sinónimo de placer y bienestar. Desde siempre, la palabra masaje se ha asociado con beneficios físicos y psicológicos reales, pero esto no está tan claro.
A favor de los masajes
Los masajes nos gustan, nos relajan y nos hacen sentir más felices al liberar dopamina. Pero, ¿qué dice la ciencia?
Un estudio australiano descubrió que un masaje muscular de 10 minutos después de un entrenamiento podía reducir el dolor en un 30%. Otro estudio sobre el masaje reveló que los niveles de cortisol, la hormona del estrés, se reducen en un 31% después de un masaje, mientras que los niveles de hormonas del bienestar, como la dopamina y la serotonina, aumentan en un 30%.
El sistema circulatorio es el que más se beneficia del masaje al aumentar el flujo sanguíneo a los tejidos, lo que ayuda a suministrar oxígeno y a eliminar los residuos metabólicos para favorecer la curación. Utilizado con precaución, el masaje también puede ayudar al drenaje linfático en pacientes con mastectomía y estimular una mejor respiración en personas con capacidad pulmonar limitada u otras afecciones respiratorias. Además, mejora la circulación del líquido cefalorraquídeo, lo que podría ser útil para tratar las conmociones cerebrales.
El masaje también ayuda al sistema nervioso autónomo, que regula las respuestas simpáticas del cuerpo, como el ritmo cardíaco y la excitación y algunos estudios han demostrado que también tiene potencial para las personas con demencia y enfermedad de Parkinson.
Los masajes no pueden solucionarlo todo, pero tienen éxito si se utilizan adecuadamente y pueden ayudar a las personas a superar el estrés y la ansiedad.
En contra de los masajes
Otros estudios solo pueden confirmar débilmente la teoría de que el masaje ofrece beneficios para reducir el dolor. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Alberta (Edmonton, Canadá) señalaba que la respuesta no es blanca o negra. «El problema es que puede ser subjetivo y difícil de medir», decía la especialista Deborah McIntyre, miembro del equipo de terapia de masaje en la Clínica de Medicina Deportiva Glen Sather.
Aunque el gran problema de los masajes son los «malos masajes». Así lo confirma Carlos Recio, fisioterapeuta en Barcelona, en respuesta a las preguntas de RUNFIT. «Un masaje mal dado puede agravar un dolor una lesión», afirma Recio.
Masajes de relajación
Por puro placer, también existen masajes relajantes y técnicas alternativas. En estos casos, el buen masajista debería evaluar al paciente, obtener su consentimiento y luego elaborar un plan que podría recomendar también hidroterapia, terapia con luz y otros tratamientos.
Los masajes de relajación son buenos para tratar pequeños dolores y reducir la ansiedad. Se trata de un contacto más suave que los masajes deportivos y se intenta proporcionar una sensación de bienestar a medida que el paciente empieza a relajarse. Sin embargo, este tipo de masajes puede no ser apropiado para personas con ciertas condiciones médicas o musculares. Los tipos de masajes relajantes más conocidos son estos:
Masaje sueco
Es el masaje tradicional. Se usan movimientos calmados y deslizantes como amasando la piel. Es el más recomendado para liberar la tensión superficial en los músculos.
Masaje con piedras calientes
En este tipo de masaje se colocan una serie de piedras calientes en la espalda para ayudar a relajar las partes más tensas o aliviar los nudos.
Masaje shiatsu
El masaje shiatsu es un estilo de masaje japonés de origen asiático. Como ocurre en la filosofía oriental este tipo de masaje se basa en el uso de energías y tiene un cierto aire de misticismo. El masajista puede usar codos, rodillas, o sus propios pies, para ir aliviando la tensión desde tu cuello hacia tus extremidades.
Masaje de puntos desencadenantes
Al igual que el masaje de tejidos profundos o deportivo, los masajes de puntos desencadenantes tienen como objetivo disipar la tensión crónica localizada en un punto concreto. Es habitual la práctica de pinchar la zona afectada con una aguja.
Reflexología
La reflexología es una forma de masaje en donde el profesional estimula puntos concretos en el pie, que se cree que están correlacionados con ciertos órganos del cuerpo.
Masaje tailandés
El masaje tailandés consiste en un masaje de estiramiento en profundidad. Se lleva a cabo generalmente en el suelo, con el paciente vestido con ropa cómoda que permite el total movimiento.
Masaje de parejas
Un masaje habitual en donde ambas personas disfrutan de un masaje, generalmente del mismo tipo.
Un buen masajista
¿Qué se puede esperar de un masajista? Un masajista experto tendrá muchas herramientas para conseguir resultados favorables sin causar daños.
- Lo primero es una evaluación previa del paciente. Se debe hacer una historia clínica adecuada, que incluya el historial médico pasado y actual y una lista de la medicación recetada. También todas las lesiones que hubiera podido tener,
- Elaboración de un plan de tratamiento con el consentimiento informado del cliente. El masajista debe tener una buena base de referencias a otros profesionales médicos.
- Un amplio abanico de técnicas de masaje para proporcionar bienestar.
- En el caso de los masajes de relajación, se debe preguntar a los clientes por los medicamentos que toman y por cualquier otra contraindicación.
En función de los estudios analizados y de los profesionales consultados, las respuestas sobre el impacto real de los masajes varían. Hay que señalar que ninguno de los estudios analizados puede considerarse determinante. En unos se analiza los efectos que tiene un solo masaje por semana, en otros de varios por semana, pero con diferentes técnicas de masaje. Esto deja el interrogante a varias preguntas: ¿cuántos masajes por semana es la mejor solución? ¿Qué técnica es mejor, la del dolor o la indolora?
¿Y a ti te gustan los masajes? ¿Te sientan bien? Déjanos un comentario.
1 comentario
Buenos días, soy un masajista y me encantaría colaborar con ustedes. Puede indicar cuál es el mejor email dónde puedo mostrar mi CV?
Mucha gracias
Filippo