No tenemos ninguna estadística para comprobarlo, pero estamos seguros de que a más del 85% de la población la pizza les encanta. Sin embargo, uno de los grandes inconvenientes que tiene este delicioso plato italiano se encuentra en las calorías. Pero, si nos ponemos a analizar ingrediente por ingrediente, lo cierto es que la pizza puede convertirse en un buen aliado para comer sano y sin engordar, o al menos sin tener tantas calorías. Por eso, hoy os queremos enseñar la receta de cómo hacer una pizza fitness.
La masa de la pizza hecha en casa puede convertirse en una fuente muy buena y rica en hidratos de carbono y a ella le podemos añadir diversos ingredientes. Podemos hacer una pizza vegetal, de carne o de pescado sin tener que disparar la ingesta calórica diaria. Como siempre, no hay que olvidar que la parte que tenemos desechar para comer bien es la que engloba a los productos procesados. Por tanto, esta receta de pizza fitness solamente llevará alimentos sin procesar 100% naturales. Esto supone que nos podremos darnos un capricho, cenar rico, sano y respetando nuestra dieta.
El secreto
La clave de esta receta y de la comida fitness es utilizar alimentos naturales 100%. Por eso, el queso debe ser natural y no preparado y rallado de los que venden en los supermercados. También hemos sustituido la salsa de tomate por tomate natural, para ahorrarnos la gran cantidad de azúcares añadidos que llevan estas salsas. Lo bueno de esta receta es que admite muchas variaciones. Por eso, aprendiendo a hacer la base y quedándonos con la idea de que los ingredientes sean todos 100% naturales podremos disfrutar de una pizza fitness siempre que queramos.
Receta Pizza sana y fitness
Ingredientes
- 400 gramos harina de trigo integral
- 200 mililitros agua tibia
- 2 cucharadas aceite de oliva
- 15 gramos levadura fresca
- 1/2 cucharada sal
- 1 tomate
- 1/2 cebolla
- 100 gramos mozzarella opcional
- 100 gramos atún al natural o pollo
- 1/2 pimiento rojo
- 1 cucharada orégano
Elaboración paso a paso
- Vamos a empezar por la masa, que además una vez que esté hecha necesitará un poco de reposo.
- Cogemos un bol grande y vertemos el aceite, el agua templada y la levadura. Mezclamos estos tres ingredientes y cuando estén, añadimos la harina y la sal. Después volvemos a remover dejando una mezcla homogénea.
- El truco de este paso empieza por limpiar bien la encimera y echar bastante harina sobre ella. Después echaremos la masa sobre la harina para que no se quede pegada a la encimera y amasamos sin parar durante 4 o 5 minutos. Si se nos pega a la encimera, deberemos echar más harina sobre la encimera.
- Cuando la hayamos amasado bien la dejamos reposar durante una hora. En ese tiempo la masa aumentará el tamaño y la tendremos que partir en dos para hacer dos pizzas o bien podemos congelar la otra parte.
- Después de coger la mitad de nuestra masa toca estirarla. Para ello es clave volver a amasarla de nuevo y estirarla después con el rodillo de cocina. Aquí para gustos los colores porque en función de lo que queramos podemos dejar un grosor u otro en la masa. Cuanto más fina, menos tiempo de horno necesitará.
- Ya tenemos nuestra masa estirada y ahora comenzamos a poner los ingredientes. En primer lugar cogemos el tomate, lo lavamos y lo cortamos en rodajas finas. Hemos optado por tomate natural para no usar tomate frito porque lleva gran cantidad de azúcar.
- Después de colocar las rodajas de tomate al gusto haremos lo mismo con la cebolla. Es recomendable que las rodajas sean finas para que se cocinen mejor en el horno.
- Añadimos el pollo o el atún, cualquiera de estos dos ingredientes le irá bien, así que en función de nuestro gusto elegiremos. Si escogemos atún, el mejor es el enlatado al natural. Lo desmigamos con las manos y lo extendemos por la masa. En caso de escoger pollo, lo cortamos en tiras y lo repartimos equitativamente por la base.
- Después añadiremos el pimiento rojo, que puede ser de piquillo en bote o fresco. Lo que más nos guste. Lo cortamos en tiras finas y lo repartimos.
- El penúltimo paso será echar la mozzarrella. En este caso os recomiendo comprarla fresca y rallarla en casa porque la que viene rallada contienen más ingredientes que podemos evitar. También sirve cualquier otro queso. Por ejemplo, el rulo de queso de cabra. La clave es que sea natural y rallarlo nosotros en casa.
- Finalmente echaremos el orégano al gusto y un chorro de aceite de oliva opcional.
- El horno deberá estar precalentado a 180 grados. El tiempo de horneado variará en función del grosor de la masa y de los ingredientes, así que tendremos que ir echándole un ojo. Lo normal es que tarde entre 5 y 10 minutos.
Notas
En esta caso hemos optado por una pizza básica con un gran sabor y os hemos dado a elegir entre pollo o atún, ya que cualquiera de los dos le va perfecto a nuestra receta.
2 comentarios
Las calorías están muy lejos de lo que pone 😅
LOL, solo con la harina ya sobrepasas los 1300 kcal xDDD, vaya flipaos