El aceite de palma proviene de la palma africana, de la cual se extraen los frutos con los que se hace este aceite de origen vegetal. Su composición -presente en multitud de productos alimenticios y cosméticos- es la que hace saltar las alarmas. El aceite de palma está compuesto en un 43% de ácidos grasos saturados, un 47% de ácidos grasos monoinsaturados y de un 10% de ácidos grasos poliinsaturados.
Además de su dudoso valor nutritivo, la palma tiene una incidencia directa en el medio ambiente y su cultivo masivo va asociado a la deforestación y la pérdida de hábitats naturales para varios animales, como el tigre.
Efectos sobre la salud
Su alto porcentaje lípido es el principal problema de este aceite. Ya que su consumo está relacionado con altos niveles de colesterol y con la obesidad. Una de las peores grasas saturadas es el ácido palmítico, muy presente en este aceite. Además, según un estudio del Ministerio de Consumo, el aceite de palma tiene efectos de carácter genotóxico y carcinogénico, sobre todo cuando son procesados en temperaturas superiores a los 200º. Algo habitual para procesar el aceite de palma.
¿Por qué se usa?
A pesar de que todos los alimentos que consumimos pasan un proceso previo para asegurar que no son perjudiciales para la salud, el aceite de palma podría poner en riesgo nuestro organismo si tomáramos elevadas cantidades diarias.
El aceite se usa por dos razones: es muy económico y es muy versátil. Una vez procesado, cuando se queda en estado sólido a temperatura ambiente cobra una textura untuosa y sedosa -parecido a la manteca-. Por esta razón, se emplea sobre todo para crear la bollería industrial. Cabe señalar también que el aceite de palma una vez procesado y mezclado con otros azúcares le da un sabor mucho más agradable al paladar. Además de ello, hace que los alimentos a simple vista, queden con una textura más agradable.
De hecho, en el programa ‘Comando Actualidad’ de RTVE hicieron la prueba al probar varios alimentos hechos con aceite de palma unos y con manteca de cerdo u otros sustitutivos. El experimento fue que el aceite de palma aporta un sabor más dulzón y una textura más untuosa. Todo ello no quita que en cuestión de salud sea mucho mejor utilizar otro tipo de productos.
Alimentos que suelen incorporar aceite de palma
Bollería industrial
La bollería industrial es mala para la salud porque no nos aporta ningún tipo de nutrientes, pero si una gran cantidad de grasas malas. Además, su alto nivel de azúcar es muy perjudicial para la salud. El aceite de palma está presente en casi todos los productos que conocemos como bollería industrial. Además, en algunas cremas de cacao o cacahuete también aparece con un alto porcentaje. Por eso, este es uno de los alimentos con aceite de palma que debes evitar. Aquí, no solo entran los clásicos bollos, sino también las galletas.
Cereales
Los cereales son buenos para nuestra salud, pero aquellos que aparecen en su estado natural y no procesados. Por ejemplo, la avena u otro tipo de cereales que sí sean cereales son muy beneficiosos. Pero aquellos que vemos en el supermercado con sabor chocolate, sabor miel, bolas de trigo, etc pueden contener aceite de palma. Según Sanitas, estos son algunos de los cereales con aceite de palma: all bran, special K original, Kellogg’s Corn Flakes, Chocapic, Golden Graham, ect. La manera de evitar consumir aceite de palma en los cereales es revisando con detalle el etiquetado.
Actualización: Kellogg’s ha empezado una política para eliminar el aceite de palma de muchos de sus productos.
Snacks
Los clásicos snacks en bolsas que todos hemos comido alguna vez suelen contener aceite de palma. Sobre todo, aquellos ultraprocesados, que ni siquiera sabemos de qué alimento proceden o con qué se hacen. Además, y como ocurre con los productos anteriores, las calorías que nos aportan estos productos son “vacías”. Es decir, sin nutrientes. No es lo mismo ingerir calorías comiendo patata cocida, arroz o un guiso, que si tienen nutrientes. Que tomar calorías procedentes de productos tan procesados como los snacks.
Platos precocinados
En los últimos años, cada vez vemos más platos precocinados en los estantes de los supermercados. Caldos, cremas, sopas, arroces, etc. En su mayoría, todos estos alimentos contienen una gran cantidad de conservantes y también de aceite de palma. En esta categoría entran las pizzas, un producto de los más demandados y de los más consumidos. Una pizza hecha en casa, con la masa preparada por nosotros y utilizando ingredientes sanos -atún, queso, tomate frito casero, etc.- puede ser una receta muy rica e incluso saludable. Pero, si la pizza es precocinada con alimentos ultraprocesados no nos aportará nada positivo al organismo.
Nuestra recomendación es optar siempre por alimentos frescos y naturales y comprobar en el etiquetado de los productos los ingredientes por si aparece el aceite de palma. Pero, ya hemos dicho que en pequeñas cantidades no supone ningún problema para nuestro organismo y además casi todas las marcas están haciendo un esfuerzo considerable por evitar su uso.