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¿Te afecta el cambio de hora en tus entrenamientos? Te contamos lo que dice la ciencia

El cambio de hora y su impacto en corredores: cómo minimizar sus efectos en tu rendimiento

por Pablo CG
Cambio de hora

El cambio de hora es ese momento del año que siempre genera controversia. ¿Realmente es necesario? ¿Nos afecta tanto como nos hacen creer? Para quienes corremos, esta modificación en el reloj puede ser más que un simple contratiempo. De hecho, la ciencia apunta a que el rendimiento físico se ve afectado, especialmente cuando estamos en plena preparación para una gran carrera, como una maratón. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Qué tiene mover las manecillas del reloj que nos impacta tanto?

Nuestro reloj biológico: el gran culpable

Nuestro cuerpo funciona con su propio reloj interno, regulando desde el sueño hasta el apetito, y sí, también el rendimiento físico. A este mecanismo se le conoce como ritmo circadiano, y su ajuste depende en gran parte de la luz solar. Cuando llega el cambio de hora, nuestras horas de luz y oscuridad se desincronizan y eso desbarata todo: desde cómo dormimos hasta cómo rendimos en nuestros entrenamientos.

Y ojo, esto puede ser un problema si eres de los que sale a correr bien temprano o ya entrada la tarde. Aunque solo parezca una hora de diferencia, la realidad es que tu cuerpo puede tardar hasta una semana en adaptarse. Durante esos días, es posible que te sientas más cansado, con menos ganas de entrenar, y que tu rendimiento se vea claramente afectado.

¿Cómo impacta realmente el cambio de hora a los corredores?

Para los runners, la fatiga es quizás el efecto más notorio del cambio de hora, pero no es el único. Hay otros factores que también entran en juego:

  • Sueño de mala calidad: Perder o ganar una hora de sueño puede alterar tu ciclo natural de descanso. Y todos sabemos que si no descansas bien, tus músculos no se recuperan como deberían. Resultado: entrenamientos más flojos y tiempos que no son los que esperabas.
  • Bajo rendimiento físico: Según estudios, el cambio de hora puede reducir tu capacidad aeróbica durante unos días. Así que si estás entrenando para una carrera importante, no te sorprendas si notas que no vas tan rápido como de costumbre.
  • Más lesiones: Si estás cansado o desorientado por el cambio, es más probable que te lesiones. No olvides calentar bien y estirar tanto antes como después de correr.

El cambio de hora también afecta tu temperatura corporal y metabolismo

Un dato curioso: nuestro cuerpo sigue un ciclo en el que la temperatura varía a lo largo del día, bajando durante la noche y subiendo por la mañana. Al mover el reloj, desajustamos este ciclo, lo que puede hacer que te sientas más fatigado, especialmente si sales a correr cuando tu cuerpo aún no ha alcanzado su temperatura óptima. Además, los estudios también indican que el ritmo circadiano tiene un impacto en el metabolismo, lo que podría explicar por qué te sientes más lento o menos eficiente en los entrenamientos los días posteriores al cambio.

¿Cómo evitar que el cambio de hora te afecte tanto?

Aunque no podemos evitar el cambio de hora, sí hay trucos para minimizar su impacto en nuestros entrenamientos:

  • Adapta tu horario de sueño: Unos días antes del cambio, intenta acostarte y levantarte unos 15-30 minutos antes. Así, cuando llegue el cambio, tu cuerpo no lo notará tanto.
  • Aprovecha la luz solar: Sal a correr cuando haya luz natural. Esto ayudará a que tu cuerpo se ajuste más rápido al nuevo horario.
  • Hidrátate y come bien: Mantén una buena hidratación y procura comer ligero por la noche para dormir mejor. Además, una dieta equilibrada te dará la energía que necesitas para lidiar con el bajón que puede traer el cambio de hora.
  • Escucha a tu cuerpo: Si te sientes más cansado, baja el ritmo. No pasa nada por reducir la intensidad unos días hasta que te hayas ajustado al nuevo horario.

En resumen: no dejes que el cambio de hora te frene

El cambio de hora puede ser un fastidio para quienes corremos, pero la clave está en conocer sus efectos y tomar medidas para que no te afecte demasiado. Así que, si en los días siguientes notas que te cuesta más correr, no te agobies. Es algo temporal y pronto volverás a estar al 100%.

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