Durante la reciente Quijote Media Maratón de Ciudad Real, el corredor keniano Peter Kariuki perdió la primera posición tras ser mal orientado por un juez de la carrera a pocos metros de la meta. Este error llevó a Kariuki por un camino incorrecto, añadiendo un kilómetro adicional a su recorrido, lo cual le costó su bien merecida victoria.
Pero no todo estaba perdido para Kariuki. El atleta Mohamed Massat, quien cruzó la meta en primer lugar, se percató de inmediato de que algo no estaba bien. Consciente de que Kariuki había mantenido una ventaja sustancial durante la mayor parte de la carrera (le sacaba 2 minutos), Massat no tardó en darse cuenta de que su propia victoria era el resultado de un desafortunado error.
Tras ser informado de la confusión, Massat, en un gesto ejemplar de deportividad y honor, decidió renunciar a su posición como ganador y a la recompensa económica de 500 euros que conlleva. «He llegado primero, pero para mí soy segundo porque por un fallo del primer chico que se ha equivocado, así que yo renuncio al primer puesto para que se lo den a él,» declaró Massat después de la carrera.
Este acto de camaradería entre corredores ha conmovido a la comunidad de runners y a los espectadores, demostrando que, más allá de la competencia, la integridad y el respeto mutuo prevalecen en el deporte.