Inicio Salud Deportiva ¿Qué es una prueba de esfuerzo y por qué deberías hacerla?

¿Qué es una prueba de esfuerzo y por qué deberías hacerla?

por Patricia Malagón
Prueba de esfuerzo

Una prueba de esfuerzo es un control médico que sirve para comprobar nuestro nivel físico actual. Gracias a este examen podemos conocer cómo es el estado de nuestro corazón y de nuestro cuerpo. Se debería realizar la prueba cada 3/5 años, dependiendo de nuestra edad y dedicación deportiva, o una vez al año si se practica deporte con regularidad o de alto nivel.

La actividad deportiva como puede ser el running exige al cuerpo un esfuerzo extra. Especialmente al corazón y a los pulmones. Por tanto, para correr de una manera más segura y evitar sufrir algún tipo de susto en nuestra salud es más que recomendable hacer una prueba de este tipo.

En países como Francia, antes de correr una media maratón, una maratón o una carrera de menos kilómetros, se exige a los participantes un certificado médico. Sin ello, independientemente de las marcas que se hayan obtenido en otras carreras, no se puede correr. En España, por el momento, solo se exige en algunas pruebas especialmente duras. Pero, es probable que según pasen los años se convierta en algo obligatorio.

Esta prueba se suele realizar para prevenir enfermedades coronarias como puede ser la angina de pecho. Si nos sometemos a un electrocardiograma con el corazón en reposo, es decir sin haber hecho ejercicios, tendremos un resultado bueno. Sin embargo, hacer un electrocardiograma durante la prueba de esfuerzo sirve para evitar y diagnosticar posibles problemas coronarios.

Por todo ello, si eres una persona que realiza deporte con frecuencia, que corre maratones, medias maratones, o simplemente suele correr varias veces por semana, lo mejor es hacer una prueba de esfuerzo al año o cada dos años. Esto dependerá del nivel de deporte que hagamos. Si corremos de manera amateur y no somos profesionales, con realizarla cada dos años sería suficiente. Pero si corremos varios maratones, es necesario tener un seguimiento mayor.

¿En qué consiste una prueba de esfuerzo?

Lo primero que hará el médico cuando empecemos a hacer la prueba de esfuerzo será un examen de la postura corporal. Esto servirá para comprobar la alineación de nuestra columna, de nuestra cadera y de nuestras piernas. Es importante para ver si tenemos riesgo de lesión por malas posturas.

– Medir tu peso corporal

Después de hacer una pequeña prueba de flexibilidad y comprobar los anteriores parámetros. El doctor procederá a pesarnos, tomarnos medidas y auscultarnos. Esta parte es sobre todo importante para las personas que tienen sobrepeso y obesidad. Para ellas, realizar una prueba de esfuerzo también es muy importante ya que un nivel de grasa elevado dificulta la labor del corazón. La medida más habitual es el IMC, aunque también influyen los % de grasa corporal y la cantidad de agua en el cuerpo.

– Examen de la pisada

Antes de comenzar a correr en la cinta, también haremos un examen de nuestra pisada. Como ya sabréis, existen varios tipos de pisada: pronadora, supinadora o neutra. Dependiendo del tipo de pisada, deberemos llevar un tipo de calzado u otro o bien recurrir a unas plantillas especiales. Pisar bien mientras corremos nos ayudará a evitar muchas lesiones y dolores en las piernas.

– Medición de la fuerza

El médico no buscará aquí conocer si tenemos mucha o poca fuerza. Solo comprobará si tenemos carencia en algún músculo que nos dificulte hacer cualquier tipo de ejercicios. En este apartado, también medirá nuestra flexibilidad.

– Auscultación y electro

El siguiente paso será comprobar el funcionamiento de nuestro corazón en reposo. Antes de realizar la prueba de esfuerzo en la cinta. Esto servirá para descartar cualquier tipo de enfermedad coronaria latente.

– Espirometría

La espirometría es una prueba que se hace para conocer el estado de los pulmones. Mide la capacidad de inspirar y espirar y les indica a los médicos si los pulmones están funcionando correctamente. Según podemos leer en Medlineplus, puede ayudar a detectar enfermedades como el asma y la fibrosis quística.

Básicamente, lo que haremos será ponernos una mascarilla (espirómetro) y coger todo el aire que podamos y después soltarlo. Así se medirá el volumen que entra y sale de los pulmones. Con esta prueba se conoce si la función pulmonar se hace de manera correcta. Si aquí encontramos algún fallo puede ser porque suframos alguna obstrucción pulmonar y haya que realizar más pruebas.

Si está todo correcto, como esperamos, ya llega el momento de hacer lo que es la prueba de esfuerzo en sí misma.

– Prueba de esfuerzo en cinta

En este momento el doctor nos colocará los parches para el electrocardiograma y además correremos con la mascarilla de la espirometría para medir el nivel de oxígeno mientras corremos. Puede parecer un poco aparatoso, pero en los primeros minutos de la prueba comenzamos a acostumbrarnos.

La prueba comienza caminando a un ritmo de 10:00 minutos por kilómetros, es decir un nivel 6 en la cinta. Cada minuto va aumentando, progresivamente. Subiremos al nivel 7 en el segundo minuto, al 8 en el tercer minuto y así hasta llegar al máximo que serían los 2:36 minutos por kilómetro.

> Podremos comprobar cómo reacciona el corazón y los pulmones durante la carrera y cambios de ritmo

No hace falta completar hasta el último nivel, podremos parar cuando no podamos continuar.

  • Min 1: 10:00-km/h
  • Min 2: 8:34-km/h
  • Min 3: 7:30-km/h
  • Min 4: 6:36-km/h
  • Min 5: 6:00-km/h
  • Min 6: 5:24-km/h
  • Min 7: 5:00-km/h
  • Min 8: 4:36-km/h
  • Min 9: 4:12-km/h
  • Min 10: 4:00-km/h
  • Min 11: 3:42 km/h
  • Min 12: 3:30 km/h
  • Min 13: 3:18 km/h
  • Min 14: 3:06 km/h
  • Min 15: 3:00 km/h
  • Min 16: 2:48 km/h
  • Min 17: 2:42 km/h
  • Min 18: 2:36 km/h

Pruebas adicionales

Como ya hemos dicho no es necesario completar los 18 minutos corriendo, podremos parar cuando no aguantemos más tiempo en la cinta. Esta prueba sirve para comprobar cómo reacciona el corazón y los pulmones durante la carrera y en las subidas de ritmo.

Obtener unos buenos resultados en una prueba de esfuerzo nos dará una mayor tranquilidad a la hora de entrenar y de hacer carreras. De esta manera, ya sabremos que nuestro corazón funciona correctamente y que podremos seguir realizando deporte. Esta prueba es recomendable repetirla una vez cada dos años o una vez al año si realizamos una intensa actividad física.

Además de la prueba de esfuerzo, para obtener un diagnóstico completo de nuestro estado de salud. Tendremos que hacer un análisis de sangre. El análisis sanguíneo nos ayuda a comprobar nuestros niveles de colesterol y nuestro estado vitamínico. En esta ocasión sí que es aconsejable hacer un análisis de sangre una vez al año, ya que la alimentación y el deporte influyen en nuestro estado de salud. Adicionalmente, podremos medir nuestras pulsaciones en carrera con algún pulsómetro en la muñeca. Pero en ningún caso el pulsómetro debe sustituir a la prueba de esfuerzo. Puesto que es muchísimo más completa.

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