La llegada de las fiestas suele venir acompañada de un aumento de peso. No engordar en Navidad puede parecer imposible, pero te prometemos que hay consejos lógicos para no perder el rumbo.
Muchos de nosotros experimentamos un aumento de peso durante los meses festivos de invierno, pero engordar unos cuantos kilos en diciembre no es ni mucho menos inevitable.
Mantente activo
Es habitual que durante la Navidad tendamos a practicar menos deporte, a salir menos a correr y esquivar alguna jornada de gimnasio, pero no debería ser así.
Intenta mantener en todo lo posible tu rutina de deporte, especialmente los días de Nochebuena y Nochevieja, y verás como por ala noche no te sientes tan culpable de los excesos.
Realizar algún tipo de actividad física con la familia también puede resultar beneficioso para controlar el peso. Incluso algo tan sencillo como un paseo puede alejar su mente de la comida.
También puede mantenerse activo durante las vacaciones apuntándose a algún evento de running como la mítica San Silvestre Vallecana.
Picar con prudencia
Durante las fiestas, los tentempiés poco saludables como los turrones son una tentación siempre cercana. Cuando los dulces son de fácil acceso, es más probable que piquemos innecesariamente.
En casa, este problema puede resolverse manteniendo los caprichos fuera de la vista. Sin embargo, esta estrategia es más difícil de evitar en situaciones que no puedes controlar, como en tu lugar de trabajo o en una fiesta familiar.
Intenta ser consciente de tus hábitos de picoteo. Si te encuentras picando sólo porque hay comida alrededor -y no porque tengas hambre- es mejor que evites picar del todo.
También es habitual el consumo de patatas fritas, aceitunas, torreznos y otros aperitivos pocos saludables. Como siempre te decimos en RUNFIT, si tienes hambre y necesitas un tentempié, opta por alimentos reales como frutas, verduras, los pepinillos o los frutos secos.
Controla el consumo de alcohol
Al igual que con los postres, si permite que su cuerpo se adapte a una menor cantidad de alcohol, le resultará más fácil seguir limitando su consumo de alcohol a largo plazo, ya que descubrirá que prefiere sentirse con más energía y menos cansado y aletargado al día siguiente.
Revise sus compromisos sociales durante las próximas semanas y anote al menos 3 días a la semana como días «sin beber».
El alcohol es considerado una toxina por el cuerpo y el hígado, que es el órgano responsable de la desintoxicación; en otras palabras, la eliminación de todas las toxinas y «cosas malas» de nuestro cuerpo dará prioridad a la eliminación del alcohol.
Al hacerlo, la eliminación de otras toxinas, como las ambientales, las hormonas gastadas, los medicamentos o los productos de desecho producidos de forma natural como resultado de los procesos naturales del cuerpo, se verá comprometida y, en consecuencia, te sentirás cansado y aletargado.
Restringir la ingesta sólo a ciertos días permitirá que el hígado descanse y se repare, por lo que será más resistente a los excesos del periodo festivo y podrías evitar problemas como el hígado graso.
Vigila el tamaño de las raciones
Cuando llegan las fiestas, puede ser fácil sobrecargar el plato. Los que comen porciones más grandes tienden a ganar peso más fácilmente que los que no lo hacen. La mejor manera de superar esto es controlar el tamaño de las porciones o utilizar platos más pequeños.
Para determinar el tamaño adecuado de las raciones, lee las etiquetas de los alimentos y las raciones recomendadas en las recetas. Si no puedes hacer ninguna de las dos cosas, utiliza tu mejor criterio para llenar tu plato con una cantidad razonable de comida.
Duerme bien
No dormir bien, que es bastante común durante las fiestas, puede provocar un aumento de peso. Esto se debe a que quienes no duermen lo suficiente tienden a tener más hambre, a consumir más calorías y a hacer menos ejercicio.
Además, el sueño inadecuado se ha relacionado con un metabolismo más lento. Esto puede ser causado por alteraciones en su ritmo circadiano – un reloj biológico que regula muchas de sus funciones corporales.
Controla el estrés
Estar al día con las exigencias de las fiestas puede ser estresante. Las personas estresadas suelen tener altos niveles de cortisol, una hormona que se libera en respuesta al estrés. Los niveles de cortisol crónicamente altos pueden provocar un aumento de peso, ya que se han relacionado con una mayor ingesta de alimentos. Además, un estilo de vida estresante puede provocar más antojos de comida basura.
Por estas razones, es importante mantener los niveles de estrés bajo control en general, pero especialmente durante las fiestas, cuando puedes estar ocupado y rodeado de alimentos poco saludables.Hay muchas técnicas que pueden ayudarte a reducir el estrés. Algunas opciones son el ejercicio, la meditación, el yoga y la respiración profunda.
Come en casa
Intenta evitar salir a comer y a pedir comida para llevar durante las próximas semanas en el periodo previo a las fiestas. Mientras tengas un poco más de tiempo por las noches, es un momento ideal para considerar tus comidas con más cuidado.
Cocinar desde cero te ayudará a preparar comidas más equilibradas con proteínas de buena calidad, como carne, pescado, pollo, huevos y legumbres, y al menos 4-5 raciones de frutas y verduras.
Turrones, polvorones y roscón de reyes
Los turrones y polvorones son lo más típico de las fiestas en España. Es difícil imaginarse una casa sin ellos. Y son pura caloría que tienen como base almendra, harina y azúcar….
Si te gustan controla su consumo. Una cosa que puedes hacer es fijar un número máximo para comer por semana… ¡pero luego respétalo! De esta manera no te sentirás tan culpable y disfrutarás más el momento.
En cualquier caso recuerda que las fiestas son para celebrar, reunirse y darse un capricho con moderación. Así que disfruta del turrón, los polvorones, el roscón de reyes, el pavo, la pierna de cerdo o lo que sea más típico en tu país.
¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna idea más para cuidaros durante estas fiestas?